Tips para lograr que la lectura
sea una actividad divertida desde pequeños.
Sabías que, las personas que comienzan a leer desde pequeñas desarrollan mejores habilidades cognitivas.
Leer a los niños les anima a imaginar e investigar. Les ayuda a expandir su capacidad de atención, concentración y ejercitar la memoria.
La lectura es una acción personal que propicia la reflexión y el pensamiento crítico, ayuda en la toma de decisiones. Es una herramienta que mejora los niveles educacionales, permite el acceso al conocimiento científico y es un instrumento único que nos permite conocer los modos de pensamiento de los demás. La lectura nunca termina de perfeccionarse, por tal motivo es esencial ponerla en práctica.
Cada vez que leemos nuestra mente se enfrenta a nuevos retos, se acerca a visiones y opiniones diferentes, que nos permiten darle forma a nuestras propias ideas y así conocer el mundo de una mejor forma.
Algunos beneficios de leer desde pequeños son:
Pero sobre todo provee a tu hijo/a las herramientas para que pueda aprender por sí mismo durante toda la vida.
A continuación te compartimos 5 consejos para motivar el hábito de la lectura desde niños:
Deja que el niño elija el libro de su preferencia, esto lo motivará mucho mas y al mismo tiempo se trabaja la independencia del niño. También te ayuda a ti como padre de familia a identificar los temas que son de mayor interés para tu hijo.
Al introducir la lectura desde los primeros meses de vida y hacer el momento de lectura un momento divertido, ayuda a que los niños tengan una mejor experiencia y los motiva a seguir disfrutando de los libros.
Puedes hacer la lectura divertida imitando sonidos, actuando como los personajes o leer en espacios creativos como en el parque o en una casita de juego.
Al leer con tus hijos, fortaleces el vínculo de la comunicación con ellos, además les ayudarás a enriquecer su vocabulario y conocimiento.
Te recomendamos irlos guiando en la leectura, por ejemplo en niños de 1-24 meses puedes leerles en voz alta e ir señalando las imágenes. En niños de 2-4 años, te recomendamos ir señalando con tu dedo las palabras que vas leyendo para que el niño pueda ir visualizando las palabras que escucha e identificando los sonidos de las letras.
De 0-24 meses se recomiendan libros de tela, con colores llamativos y algunos con sonidos.
De 2-3 años se recomiendan libros con imágenes llamativas y diferentes texturas.
De 4-6 años suelen tener historias sencillas. Son gramaticalmente simples, con vocabulario controlado. Están escritos con temas con los que los niños se pueden relacionar fácilmente como la familia, los amigos, las mascotas, la escuela, los viajes, primer día de clases etc.
De 7 años en adelante, sus períodos de atención son más largos y pueden quedarse quietos por más tiempo. Ahora están listos para leer libros ilustrados más largos.
El tener un espacio dedicado a la lectura invita a los niños a visitar ese espacio continuamente de forma voluntaria.
Proporciona a tus hijos un espacio creativo donde pueda tener libros a su alcance. Es importante que los libros estén a su altura para que pueda tomarlos sin ayuda de un adulto.
No tiene que ser grande, ni tampoco tiene que tener cientos de libros. Lo ideal es que sea un espacio con buena iluminación, con algunos elementos que lo hagan cómodo y acogedor, un espacio que invite al niño al regresar continuamente.
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